Los Mandalas nos permiten conectarnos con la divinidad, a través del maravilloso poder del color y de las figuras, que con sus vibraciones también nos sana.
La respiración fuente de vida, de control emocional, de oxigenación del cerebro, de liberación de Endorfina, la hormona de la alegría y por tanto de la salud.
La meditación una vía para alcanzar a Dios, para alcanzar el equilibrio del amor, el amor así mismo, el amor al otro. Única vía de la paz.
La oración fuente de inspiración, de protección, de fe, de confianza, de sabiduría y conexión con los seres de luz. Ven es este el momento, de contactar con esa parte de ti que te acerca a la Divinidad...
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